Redacción. El Palau de Cerveró de la Universitat de València ha acogido la inauguración de la exposición ‘La Gripe. La experiencia de la pandemia de gripe de 1918 y su impacto posterior’, que permanecerá abierta al público en la Sala José Puche hasta el viernes 13 de marzo. Se trata de un proyecto comisariado por las profesoras María Isabel Porras Gallo y María José Báguena Cervellera, compuesto por paneles explicativos con imágenes de la época y material procedente de la Biblioteca histórico-médica y de la colección científico-médica de la Universitat de València.
Calificada recientemente como la madre genética de todas las pandemias de gripe, la de 1918 ha sido la crisis epidémica más importante del siglo XX hasta la aparición del sida. Para dar cuenta de un fenómeno de tal envergadura, la exposición del Palau de Cerveró de València cuenta con una serie de paneles explicativos y con dos vitrinas que contienen libros y revistas médicas sobre la gripe, así como “un microscopio original utilizado para estudiar los microorganismos de la enfermedad –entonces no se sabía todavía que era provocada por un virus– y medicamentos de la época”, según explica María José Báguena, una de las comisarias.
La muestra tiene su origen en un proyecto expositivo anteriormente presentado en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real a iniciativa de la otra comisaria, María Isabel Porras. La exposición del Palau de Cerveró, que añade a la muestra original documentación y objetos procedentes de la Biblioteca histórico-médica y de la colección científico-médica de la Universitat de València, explica los aspectos más destacados de lo sucedido hace un siglo y las respuestas dadas desde la medicina, el gobierno, la propia población o la prensa. Asimismo, subraya el impacto de esta fuerte crisis sanitaria en los años posteriores y las enseñanzas que se pueden extraer, poniendo de relieve la importancia de la reflexión histórico-médica sobre el pasado para hallar claves con las que afrontar problemas de salud pública presentes y futuros.
La pandemia de gripe de 1918-1919 estuvo determinada por su coincidencia con el final de la Primera Guerra Mundial y, aunque es conocida como la ‘gripe española’, su origen se sitúa en un campamento del ejército estadounidense en Kansas. Con el envío de soldados en apoyo a los aliados, se extendió rápidamente a Europa, ocasionando entre 50 y 100 millones de muertes. En total, afectó a un tercio de la población mundial, generándose una gran conmoción social que cambió la percepción del riesgo frente a la enfermedad. Las terribles consecuencias y el miedo a otra experiencia similar estimularon la investigación, desarrollándose a partir de entonces programas de lucha específicos por parte de la OMS, incluyendo medidas como la vacunación anual contra la gripe. Además, la nueva percepción social sobre la enfermedad derivada de la crisis sanitaria de 1918 ha perdurado hasta hoy, condicionando las reacciones frente a las pandemias de gripe posteriores (1957-1958, 1968-1969 y 2009-2010).
María José Báguena es profesora titular del Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación y miembro del Instituto Interuniversitario López Piñero de la Universitat de València, con sede en el Palau de Cerveró. Por su parte, María Isabel Porras es catedrática de Historia de la Ciencia en la Facultad de Medicina de Ciudad Real (Universidad de Castilla La Mancha) y una de las especialistas más reconocidas en la pandemia de gripe de 1918-1919. Ambas tienen entre sus principales líneas de investigación la Historia de la Medicina y de las enfermedades infecciosas.