Redacción. Un equipo de investigadores del campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha ideado un nuevo sistema para residencias de mayores que facilita la monitorización en tiempo real de personas infectadas con COVID-19.
Se trata de un sistema inalámbrico, de bajo coste y muy sencillo uso que permite controlar en todo momento los signos vitales de los pacientes. Además, es capaz de alertar al personal médico y de enfermería en el caso de que exista algún problema que requiera una intervención inmediata.
Control de signos vitales
El sistema se compone de una app Android (RTM-COVID) y un dispositivo electrónico -a modo de cinturón pélvico- que, a través de diferentes sensores, permite monitorizar signos vitales como la temperatura, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno o sangre en la orina. Así mismo, también puede controlar la cadencia respiratoria de la persona que lo lleva, detectando al instante si este presenta alguna dificultad para respirar u otros problemas como escalofríos o disnea.
Todos los datos recogidos por los diferentes sensores del sistema se registran y procesan en la red de la propia residencia, a través de un servidor local, para preservar la privacidad de los pacientes y sus datos clínicos.
Envío de alertas
«El sistema», explican los investigadores UPV Jaime Lloret y Marta Botella-Campos, «realiza un procesado de información, transparente para el usuario, combinando los datos procedentes de todos los sensores; analiza lo obtenido de manera conjunta, y determina si existe alguna situación que precise de asistencia».
De este modo, a través de la aplicación, el personal médico y de enfermería puede estar informado, en tiempo real, del nivel de emergencia de los pacientes y, si existe una alerta, lo podrán saber al instante, ya que el sistema les envía una alarma a sus móviles o tabletas.
«Estos mensajes», indica Sandra Sendra, también integrante del equipo UPV, «solo se enviarán cuando el nivel de urgencia sea amarillo o superior, lo que significa que el médico tendrá 60 minutos o menos para visitar a un paciente. Entre la información proporcionada en estos mensajes, el usuario podrá ver el nivel de urgencia determinado por el color del icono, así como el nombre del paciente que necesita atención médica y la causa de la alerta».
Para determinar la urgencia, el sistema se basa en el triaje de Manchester, que clasifica a los pacientes en cinco categorías, cada una de las cuales lleva asociado un código de color y un tiempo máximo de atención.
Al mismo tiempo, la solución ideada por el equipo del campus de Gandia de la UPV ayuda al personal médico a hacer un seguimiento de otros parámetros subjetivos como dolor muscular, mareos, expectoración de sangre, etc.
Respuesta a una necesidad evidente
Según apuntan los investigadores de la UPV, la crisis sanitaria ocasionada por el virus SARS-CoV2 ha evidenciado la necesidad de dotar a los profesionales médicos de métodos de monitorización no presenciales que permitan realizar un seguimiento de la evolución de los pacientes infectados y recibir alertas cuando su estado empeore.
En este sentido, si bien existen aplicaciones destinadas a la asistencia de pacientes afectados de enfermedades tales como la diabetes o los accidentes cerebrovasculares, la mayor parte de estos sistemas están basados en la introducción manual de datos y, dado el desconocimiento de las afecciones provocadas por la COVID-19, no han sido implementados métodos de monitorización y seguimiento específicos que permitan agilizar el triaje de pacientes y llevar a cabo un uso más eficiente de los recursos disponibles.
«Por ello», añade Lloret, «hemos ideado este sistema para monitorizar los signos vitales de los pacientes infectados por COVID-19 en residencias y avisar de su estado a los profesionales médicos encargados de su supervisión».
Acceso restringido y supervisado
«Aunque la aplicación podrá descargarse desde Google Play o App Store de forma gratuita», prosigue Lloret, «su acceso será restringido y deberá ser supervisado por el departamento de IT de cada organismo, con el fin de garantizar la privacidad y la seguridad de la información».
«Por otra parte», concluye, «dado que el acceso al sistema se hará de forma local, la instalación del servidor y la base de datos puede llevarse a cabo de forma rápida y sencilla, permitiendo de ese modo su utilización por parte de los distintos organismos con mayor celeridad».