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Vuelos directos baratos, distancias cortas dentro del país y una lista interminable de eventos en 2023 hacen de Lituania un destino atractivo para los turistas españoles
Este año Vilna, la capital de Lituania celebra su 700 aniversario y es la ocasión ideal para visitar la ciudad y el país para descubrir que no se está tan mal en una cárcel, así como para aprender la única palabra que se necesita para pasar un verano en el país báltico: «šaltibarščiai».
Lituania sin escalas
Si existiera un mantra para los viajeros, probablemente sería «a nadie le gustan los vuelos con escala». Por suerte, ya han pasado los tiempos en que había que hacer escala cuando se viajaba entre España y Lituania. Ahora, los vuelos directos, operados por WizzAir y Ryanair, unen Barcelona y Madrid con Vilna y Kaunas varias veces por semana. Y como el vuelo no dura más de 3,5 horas, los visitantes disponen de más tiempo para sentir lo que es Lituania: su autenticidad pura, su gente amable y su afición por la vida tranquila.
Vilna 700
Por otra parte, nunca ha habido mejor momento para visitar Vilna, la capital de Lituania, conocida por su casco antiguo, protegido por la UNESCO, pintoresco y digno de un largo paseo, sus numerosas zonas verdes y su afición a las fiestas. En 2023 se celebra el 700 aniversario de la ciudad, por lo que se han programado unos 700 actos y actividades para todo el año. Hay para todos los gustos: desde conciertos al aire libre, tanto de música clásica como pop, hasta exposiciones que celebran las influencias culturales que Vilna ha integrado a lo largo de los siglos.
Kaunas, la cuna del baloncesto en Lituania
También, a sólo una hora en coche de Vilna (las distancias en Lituania suelen ser bastante cortas) se encuentra Kaunas, la segunda ciudad del país, conocida por su arquitectura modernista, lo que la asemeja a Tel Aviv y Miami al mismo tiempo. La ciudad también alberga el enorme estadio Žalgiris, el legendario club de baloncesto con el mayor aforo de público de la Euroliga. Ver un partido en un estadio abarrotado que tiembla por los cánticos de los hinchas más acérrimo, lo que explica por qué el baloncesto es la segunda religión de Lituania.
Patrimonio de la Unesco 2.0
Quienes buscan algo más que los lugares patrimonio de la UNESCO se sorprenderán de las muchas formas en que Lituania está transformando lugares históricos que recuerdan sus periodos más oscuros. En Vilna, el espacio más de moda para conciertos, fiestas, exposiciones de arte y eventos es Lukiškės 2.0, una antigua prisión zarista que seguía utilizándose hace solo unos años. Un dato curioso: gran parte de la temporada 4 de Stranger Things se rodó en su territorio.
Gastronomía tradicional para todo el año
Lituania es también un país excepcionalmente atractivo para los amantes de la buena mesa, que pueden apreciar la artesanía de los quesos, embutidos y productos derivados de la miel que se encuentran en mercados y tiendas especializadas. Al mismo tiempo, se puede disfrutar de espectaculares menús de degustación preparados con ingredientes de temporada, carne de caza, setas y bayas silvestres de origen local, en restaurantes que hacen sentir al comensal como si fuera parte de la aristocracia lituana. Y si la visita coincide con el verano, no hay que dejar de pedir un tazón de la sopa fría rosa de remolacha, digna de Instagram: el šaltibarščiai.
Fuente Comunicae