Referentes de la discapacidad de Fundación Adecco animan a los RRHH: «Nuestro futuro profesional está en vuestras manos. Si nos dais una oportunidad, no os arrepentiréis»

/COMUNICAE/

Pablo Pineda, primer diplomado europeo con síndrome de Down; Carmen Giménez, atleta paralímpica; Javi Martín, actor de teatro que recientemente dio a conocer sus problemas de salud mental; Avi Mashiah, coach con una discapacidad física congénita y Caterina Moretti, ‘influencer’ con síndrome de Down, han unido esfuerzos para difundir un mensaje de inclusión. Todos son referentes en el ámbito de la discapacidad y embajadores de la Fundación Adecco

El próximo 20 de mayo se celebra el Día Internacional de los Recursos Humanos, cuyo objetivo es reconocer la labor que desarrollan los profesionales que trabajan en este ámbito. Su aportación de valor es decisiva, no solo para la organización en la que desempeñan su actividad, sino también para la sociedad en su conjunto, al tener un gran potencial para mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas.

En este contexto, cinco personalidades referentes del ámbito de la discapacidad, todos embajadores de la Fundación Adecco, han unido esfuerzos para lanzar un mensaje a los profesionales que trabajan en el área de Recursos Humanos. Se trata de Pablo Pineda, primer diplomado europeo con síndrome de Down; Carmen Giménez, atleta paralímpica; Javi Martín, actor de teatro que recientemente dio a conocer sus problemas de salud mental; Avi Mashiah, coach con una discapacidad física congénita y Caterina Moretti, ‘influencer’ con síndrome de Down. No es la primera vez que estos cinco embajadores se unen en torno a una misión común: ya lo hicieron en la campaña de sensibilización #ElPoderDelEjemplo, materializada en un calendario que daba a conocer historias inspiradoras de personas con discapacidad.

A través de los #EncuentrosPorLaDiversidad, los citados embajadores colaboran día a día con la misión social de la Fundación Adecco, el #EmpleoParaTodas las personas, llevando su testimonio a todos los niveles y áreas de las empresas, con el objetivo de derribar barreras y estereotipos y favorecer la inclusión de las personas con discapacidad, Una misión que, en el marco del Día Internacional de los Recursos Humanos, han querido potenciar, lanzando un mensaje a estos departamentos.

Responsables de Recursos Humanos o «guardianes de la diversidad»

Los embajadores de la Fundación Adecco destacan la importancia crucial de los departamentos de Recursos Humanos en el proceso de inclusión, agradeciendo a los responsables que trabajan en esta área su gran implicación y compromiso en los últimos años. Así, la contratación de personas con discapacidad tiende al alza y en 2022 alcanzó los 123 515 contratos, un 102% más que hace una década.

«El incremento de la contratación a personas con discapacidad no ha sido casualidad, sino que el área de RRHH ha sido clave. Detrás de cada contrato hay un responsable de selección abierto y comprometido con la diversidad y la inclusión. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, afortunadamente el mensaje de inclusión va calando»- coinciden.

En este mismo sentido, Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, explica que: «es cierto que la plena inclusión de las personas con discapacidad es un trabajo de toda la sociedad, que empieza en la familia como primer núcleo socializador y termina en las empresas, como agentes que contratan y permiten a las personas realizarse profesionalmente. En este ciclo, la labor de los departamentos de Recursos Humanos es esencial por su gran poder en la toma de decisiones en procesos de reclutamiento, selección, contratación, incorporación y desarrollo profesional. Además, tienen una influencia decisiva en los Comités de Dirección y, por todo ello, desempeñan un rol esencial para generar entornos inclusivos. Son lo que en lenguaje empresarial llamamos guardianes de la diversidad o personas clave en el proceso de inclusión».

¿Qué dirían las personas con discapacidad a los responsables de RRH?

A pesar de la evolución experimentada en los últimos años, el empleo de las personas con discapacidad sigue siendo una asignatura pendiente en España, donde su participación en el mercado laboral es aún exigua, con una tasa de actividad del 34,6%. En otras palabras, el 65,4% de las personas con discapacidad en edad laboral no tiene empleo ni lo busca.

Por otra parte, el grueso de los contratos -67%- se celebra en el ámbito protegido (Centros Especiales de Empleo) entornos que, si bien cumplen una misión esencial en el proceso de inclusión, en ocasiones se perpetúan como una medida finalista en lugar de constituir un trampolín hacia la empresa ordinaria, como marca la legislación.

En este escenario, los embajadores de la Fundación Adecco han invitado a los departamentos de Recursos Humanos a seguir impulsando acciones de sensibilización, comunicación y formación que favorezcan la inclusión de las personas con discapacidad. Ante la pregunta, «¿qué mensaje trasladarías a los responsables de RRHH si tuvieras su atención?» las respuestas de los embajadores de la Fundación Adecco han sido las siguientes:

«Nuestro futuro profesional está en sus manos, son una pieza clave. Si contamos con responsables de RRHH sensibilizados, libres de sesgos inconscientes y prejuicios, la plena inclusión de las personas con discapacidad estará mucho más cerca»- destaca Pablo Pineda, primer diplomado europeo con síndrome de Down.

Por su parte, Caterina Moretti, ‘influencer’ con síndrome de Down, recuerda la importancia de «centrarse en el talento de las personas y no en su diagnóstico ni en su certificado de discapacidad, Si las empresas nos dan una oportunidad, no se van a arrepentir y se van a sorprender de lo que somos capaces de hacer y de aportar».

Carmen Giménez, atleta paralímpica, con una discapacidad sobrevenida tras un episodio de violencia de género, recuerda que el empleo es el factor principal de inclusión ya que aporta, no solo independencia económica, sino estabilidad personal, emocional, familiar y realización personal. «Es por ello que las personas con discapacidad tendemos a desarrollar una alta fidelidad al proyecto al que nos vinculamos, siendo doble nuestro compromiso>», asegura.

 En la misma línea, Avi Mashiah, que tuvo que someterse a 15 operaciones cuando era pequeño, y que le obligaron a adaptarse y reaprender, anima a los responsables de Recursos Humanos a «no dar nada por sentado y a familiarizarse con la discapacidad. En general somos personas muy acostumbradas a convivir con dificultades y tenemos que ingeniárnoslas para sortearlas, reinventándonos e innovando continuamente. Esta habilidad la llevamos a las empresas, con capacidad para encontrar soluciones a problemas difíciles, y los departamentos de Recursos Humanos tienen que ser muy conscientes de este valor añadido».

Por último, Javi Martín incide en la importancia de atreverse a apostar por el talento de las personas con problemas de salud mental, «una condición cada vez más frecuente, que no merma la aportación de valor de un profesional. Muy al contrario, puede convertirse en motor de éxito. En mi caso me ha ayudado a conocerme mejor y a orientarme a objetivos claros, sin ponerme límites. Para mí trabajar fue mi tabla de salvación y me ayudó a sobrellevar el trastorno bipolar».

Tips para entrevistar a una persona con discapacidad

En el marco del Día Internacional de los Recursos Humanos, la Fundación Adecco ofrece algunos tips para realizar entrevistas inclusivas que permitan a las personas con discapacidad competir en igualdad de condiciones. 

1. Ante todo, normalidad. No hay que olvidar que se tiene delante a una persona, con sus fortalezas y debilidades, valores y competencias. La discapacidad es solo una condición pero no define al profesional. Hay que poner el foco en su talento, como se haría con cualquier otra persona aspirante al trabajo. Con un poco de sensibilidad y sentido común, todo saldrá perfectamente.

2. Ni compasión ni excesiva admiración. Si en una entrevista, la persona menciona su discapacidad, es un error ser compasivo tener una actitud paternalista, como también lo es idolatrarle y caer en comentarios que resulten excesivos. La entrevista es un encuentro profesional donde solo se hablará de trabajo. 

3. Familiarízate con la discapacidad y evita errores terminológicos. Es fundamental conocer los tipos de discapacidad que existen para no caer en errores de concepto. En primer lugar, referirse por el término «persona con discapacidad«, reconocido por la ONU en 2006 y no utilizar otras expresiones como «discapacitado» o «minusválido», que reducen a la persona a una única condición. 

También existen diferentes tipos de discapacidad y, en ocasiones, una misma persona puede tener varias de las mismas.

Discapacidad física. Condición que impide a la persona moverse o desplazarse con plena funcionalidad de su sistema motriz. Dentro de esta discapacidad destaca la orgánica, que es aquella que afecta a los órganos congénitos. Suele llamarse «invisible» porque no se percibe a simple vista. Estas personas pueden encontrar importantes barreras y dificultades, aunque no sean perceptibles por los demás.
Discapacidad sensorial. Suele clasificarse en visual (si afecta al sentido de la vista) o auditiva (pérdida total o parcial de la audición).
Discapacidad mental. Aquella provocada por patologías mentales de carácter recurrente. Por ejemplo esquizofrenia o trastorno bipolar.
Discapacidad intelectual. Condición que obstaculiza el funcionamiento cognitivo y que puede ir acompañada de dificultades de compresión y lenguaje.

4. Dejar a un lado los prejuicios. Como profesional, se debe hacer un ejercicio de abstracción y poner el foco en las habilidades y competencias de la persona, en lugar de fijarse en sus aparentes limitaciones. Asumir y dar por hecho que la persona no podrá desempeñar una tarea es reducir la competitividad de la empresa, a causa de los propios prejuicios. 

5. Fijar la fecha con antelación y tener en cuenta la accesibilidad. Si se conoce de antemano que la persona a entrevistar tiene una discapacidad, es posible que la entrevista no pueda concertarse de un día para otro. Por ejemplo, si necesita acudir con un intérprete, normalmente tienen que transcurrir 48 horas para que se lo asignen; si tuviera movilidad reducida, necesitará contar con alguien que le lleve o planificar la ruta en transporte público previamente. Los márgenes de tiempo cambian dependiendo de cada caso: hay tantas situaciones como personas. Por otra parte, si la persona notifica que se desplaza en silla de ruedas, es importante asegurar que podrá acceder autónomamente al edificio o si, por el contrario, precisará algún tipo de apoyo.

6. Adaptar ritmos y lenguaje, si procede. No es necesario modificar los criterios de valoración de la entrevista, pero sí es importante adaptarse a las necesidades de la persona. 

7. Generar confianza. En una entrevista de trabajo, la actitud del entrevistador es muy importante, determinando el curso de la entrevista. Por ello, es importante que estar receptivo, con una escucha activa y paciencia, sobre todo en el caso de que la persona entrevistada necesite más tiempo para expresarse. Enfocar las preguntas o planteamientos en positivo, buscando sus puntos fuertes, competencias y situaciones de éxito.

8. ¿Preguntar por la discapacidad? Según la Ley sobre infracciones y sanciones en el orden social, se considera una infracción muy grave: Solicitar datos de carácter personal en los procesos de selección que constituyan discriminaciones para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico, edad, estado civil, discapacidad, religión o convicciones, opinión política, orientación sexual, afiliación sindical, condición social y lengua dentro del Estado. Así pues, la máxima es: no preguntar a una persona con discapacidad nada que no preguntarías a otra persona.  

 Frenos a la contratación de personas con discapacidad y cómo superarlos

¿Qué factores dificultan la incorporación de las personas con discapacidad a los entornos de trabajo? En general, se pueden identificar los siguientes:

Desconocimiento. La ausencia de experiencias y vivencias con personas con discapacidad ocasionan inseguridad y actitudes de rechazo inconscientes.
Indiferencia. La actitud de pasividad con la que, en ocasiones, la sociedad se muestra hacia discapacidad, les convierte en invisibles. En efecto, en muchos casos el entorno sigue mostrando desinterés hacia sus retos, dificultades y necesidades.
Prejuicios. La valoración y juicios anticipados basados en la tradición y en los estereotipos generan opiniones preconcebidas y negativas hacia las personas con discapacidad.
Sobreprotección. Es un factor que se produce, sobre todo, en el entorno familiar, pero también en el laboral. Tratar a las personas con discapacidad con condescendencia o excesiva protección dificulta su proceso de aprendizaje y desarrollo profesional.
Discriminación. Se trata de la actitud más grave, derivada de todas las anteriores, y se materializa en un trato diferente, perjudicial y/o vejatorio hacia las personas por razón de discapacidad.

 

 

Fuente Comunicae

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