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¿Por qué es imposible recorrer la Gran Vía de Madrid sin asociar su paisaje urbano al arte de Antonio López? El maestro del realismo español ha escogido en varias ocasiones los edificios y travesías de la avenida como punto de partida para sus obras. Hoy el artista ofrece una visión panorámica de su vida y de su trayectoria artística en una edición exclusiva
El arte da forma a la realidad
Desde que llegó a Madrid para estudiar Bellas Artes, Antonio López quedó cautivado por el paisaje de la ciudad. Era un lugar muy distinto al de su Tomelloso natal pero ofrecía grandes posibilidades para la expresión artística.
¿Cómo se escoge el tema de una obra? En palabras del propio artista: «vas eligiendo los espacios que resultan interesantes, que emocionan, que gustan por motivos que a veces no conoces muy bien. Pero tú vuelves a ellos. Uno de ellos ha sido la Gran Vía».
La obra más característica que dedicó a esta avenida fue pintada desde la calle Alcalá, entre 1974 y 1981. Eligió un amanecer de verano, concretamente a las 6:30. Cuando la luz se desvanecía, guardaba el lienzo en un edificio cercano y volvía al día siguiente. Si la iluminación dejaba de ser la indicada, esperaba un año para continuar su obra donde la había dejado.
Antonio escoge el momento y el lugar. Toma apuntes de la escena y trabaja en ella durante horas y días. Después, se dedica a traducir su primera sensación en un proceso que se extiende a lo largo de los años y que define su arte, siempre minucioso y expresivo.
Una imagen que atraviesa el tiempo
Una de las claves de la fascinación que ejerce este cuadro reside en que pocas veces puede observarse esta perspectiva sin ruido y sin tráfico en movimiento. Sin embargo, es una escena llena de vida, aunque no incluya figuras humanas.
Antonio López plasma la atmósfera, la luz y el color: es aquello que permanece cuando el tiempo pasa y las personas y las circunstancias cambian. Es como estar presentes ante un instante que queda fijado en el lienzo a través de infinitos matices.
Si esta avenida de Madrid fuera un ser de carne y hueso, Antonio López sería el artista que ha sido capaz de descifrar su personalidad y plasmarla en un lienzo.
La luz y el paisaje
En la década de los 2000, Antonio López decidió crear una serie que representaría «un viaje desde el amanecer hasta el atardecer por la Gran Vía, en verano, desde su comienzo en Alcalá a su desembocadura en la plaza de España, desde siete puntos distintos».
Algunas de estas obras están acabadas y otras están todavía en proceso. Entre ellas está Gran Vía, 1 de agosto, 7:30 horas, 2009-2015. Este cuadro ilustra la portada de una obra fundamental para comprender el arte de Antonio López. Su título es ‘Paisajes‘.
Una ventana abierta al arte de Antonio López
ARTIKA es una editorial especializada en la creación de libros de artista en ediciones limitadas. Su última edición, ‘Paisajes’, es la obra definitiva sobre el maestro del realismo, que ha colaborado en todas las fases del proyecto: desde la elección de las imágenes hasta los textos, redactados por él mismo.
Este libro de artista revela el mundo interior de Antonio López a través de su forma de ver y pintar la realidad. El resultado es un recorrido vital y creativo que muestra cómo el artista vive y siente cada espacio que elige.
El propio Antonio ha declarado que ‘Paisajes’ permite descubrir «cómo es el comienzo de una pintura». Por esta razón, y por ser la obra que mejor le retrata como creador, añade: «este es un libro ejemplar».
Fuente Comunicae