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La obra sumerge a los lectores en un viaje de más de dos mil años para conocer de cerca el pensamiento de célebres figuras históricas y su visión sobre el mundo y la vida en pos de captar el interés de los seres más evolucionados del espacio
El escritor Bruno Costa regresa al panorama literario con su última publicación Homo sapiens evoluti (Europa Ediciones).
Desde hace miles de años, filósofos y científicos de renombre, como Platón, Copérnico o Darwin, escuchan una misteriosa melodía con seis notas musicales y comienzan a dejar pistas para que las futuras generaciones consigan reconducir el destino que le depara a la humanidad. En la actualidad, diferentes personas con un raciocinio sobresaliente oyen esta misma melodía. No saben qué significa ni de dónde procede, pero sí que no es de este mundo. Todos ellos deberán descubrir qué hay detrás de lo que parece ser un mensaje, una señal que parece ser obra de una antigua civilización alienígena que trata de avisar de un inminente peligro.
Así, ciencia ficción, historia y filosofía se unen en esta novela en la que pasado y presente se intercalan para plantear la necesidad de que el ser humano tenga un intelecto equivalente al de civilizaciones extraterrestres para poder comunicarse con ellos de la misma manera en la que ellos han sido capaces de hacerlo con la Tierra.
«Si los alienígenas tienen la tecnología para venir aquí, significa que son una raza más avanzada que nosotros. Y si son más avanzados, también son más inteligentes. Por eso, pensaba que si de verdad llegaban a venir contactarían a la vida más inteligente en la Tierra, que en estricto rigor son los humanos. Pero ellos preferirían contactar a humanos sobresalientes, no humanos promedio. De ahí la idea de «evoluti», que hace referencia al humano más evolucionado».
El autor construye este relato en torno a la idea de la limitación del raciocinio humano y de cómo esta afecta a la comprensión del mundo que lo rodea, su relación con los demás, el asentamiento de las ideas y del imaginario colectivo y la dicotomía de asuntos como la ciencia y la religión en el camino hacia el conocimiento absoluto, entre otros.
De esta manera, la obra no trata solo del descubrimiento y la asimilación de la existencia de vida extraterrestre, sino que da un paso más allá para para explorar la evolución (o involución) del ser humano a lo largo de los años y qué conlleva exactamente conseguir expandir y avanzar en su dimensión intelectual personal.
«Siempre pienso en la metáfora de las hormigas en el jardín, algo que menciono en la novela. Para las hormigas que viven en tu patio trasero, tu jardín es su universo conocido, y para ellas no hay nada más fuera de eso. Nosotros somos igual de diminutos en el universo. ¿Quiénes somos nosotros entonces para decidir qué existe y qué no existe? Es por eso por lo que pienso que el ser humano no se encuentra en posición para decir si Dios existe o no existe. El conocimiento siempre será limitado porque nosotros somos seres limitados».
Bruno Costa destaca por su impecable estilo, una mezcla de lo coloquial y lo literario, y una maravillosa suspensión de la acción y el misterio con un ritmo dinámico debido a los cambios temporales y narrativos que presenta la novela, los cuales hilan a la perfección una interesante y original trama repleta de aventuras y descubrimientos.
Esta obra traspasa la barrera de la ficción para reflexionar sobre la moral y el destino del ser humano y establece una crítica a la humanidad y si existe esperanza para que pueda avanzar en vez de retroceder, como lo ha estado haciendo durante años.
«Creo que desde la aparición de los sumerios en la Tierra alrededor del 5000 a. C., quienes fueron la primera civilización humana, los seres humanos han continuado hasta el día de hoy haciéndose daño unos a otros, tanto física como psicológicamente. Somos adictos a eso. Es decir, hasta hoy, en 2023, hemos estado unos 7000 años haciéndolo. Y si en 7000 años no hemos cambiado, ¿qué nos hace pensar que cambiaremos en los siguientes 7000 años más? Quizás eso es lo que ven los extraterrestres en nosotros, una civilización que no aprende la lección. […] Sin embargo, es posible que vean a un pequeño grupo de humanos más «evolucionados» que sí merece la pena salvar. Pero honestamente creo que será un porcentaje muy pequeño de la humanidad, probablemente un 1 % o menos».
Ciertamente, una propuesta novedosa que cautivará a los amantes del género que busquen una historia diferente.
Homo sapiens evoluti está disponible en librerías.
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«Homo sapiens evoluti», de Bruno Costa
Fuente Comunicae