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Con la llegada del mal tiempo es fundamental realizar una puesta a punto del hogar y revisar el buen estado del tejado, el suelo, las ventanas y las tuberías para evitar filtraciones, inundaciones o desprendimientos, que pueden agravarse con las tormentas y las heladas
La llegada del otoño trae consigo la temporada de frío y tormentas que obligan a las familias a asegurar sus hogares ante las posibles inclemencias meteorológicas. Según el Estudio Multirriesgo Hogar 2024 de INESE, los siniestros más habituales son los causados por daños por agua (44%), seguidos de la rotura de cristales (19%), los daños eléctricos (11,6%) y los fenómenos atmosféricos (9,4%). En cuanto al coste, los más elevados son los incendios, seguidos de los robos, los fenómenos atmosféricos y los siniestros que tienen que ver con el seguro de responsabilidad civil.
Gema Sanjuan, responsable de la plataforma de Asistencia Hogar de Allianz Partners, asegura que «las DANAS de los últimos años nos han puesto en preaviso. Ahora más que nunca tenemos que garantizar que nuestros hogares están protegidos ante posibles inundaciones, roturas de cristales, filtraciones o roturas de tuberías. En Allianz Partners nos encargamos de dar asistencia a los hogares de nuestros clientes en los momentos más complicados, pero también, de ayudarles a prevenir estos siniestros y a garantizar un buen mantenimiento de sus viviendas».
La experta enumera una serie de indicaciones para tener en cuenta y proteger los hogares durante la temporada de frío y tormentas:
Asegurarse de que el tejado o cubierta de la vivienda está en buen estado. Deben revisarse tanto su impermeabilidad, como la situación externa de la misma.
Es fundamental asegurarse de que las casas están correctamente aisladas para que no entre agua. Para ello hay que sellar las puertas y ventanas con tiras de goma o espuma antiadhesiva.
Proteger los cristales manteniendo las persianas bajadas.
Si la vivienda tiene tarima flotante, es importante sellar con silicona, látex o caucho los suelos y las chimeneas, para evitar las filtraciones entre el zócalo y el suelo.
Mantener limpios los canalones y las bajantes para evitar que se obstruyan y generen humedades
Constatar el buen mantenimiento del cementado de lugares externos, confirmando, si es posible, que el índice de heladicidad de los materiales se adecúa a la meteorología de la zona.
Mantener siempre que sea posible las puertas y ventanas cerradas para evitar daños por filtraciones o corrientes de aire, especialmente en temporada de tormentas.
Intentar abrir con regularidad los grifos de la casa para que el agua circule y se pueda evitar, en parte, la posibilidad de heladas.
Comprobar si las tuberías de la casa tienen un forro o funda protectora de material aislante. Esto evitará que se hielen con facilidad. Si se congelan, bajo ningún concepto se debe verter agua caliente para descongelar la tubería porque el cambio brusco de la temperatura puede romperla y causar daños en la conducción y en el interior de la vivienda.
Mantener en buen estado, con sus revisiones periódicas, las antenas, chimeneas y elementos adheridos a cubiertas o muros de la vivienda.
Recurrir a un profesional que pueda ayudar a realizar una puesta a punto de la vivienda, sobre todo cuando se trata de tejados y canalones.
Fuente Comunicae